El calor ya no es excusa para no hacer deporte si tienes una piscina en tu casa. Nadar y correr son ejercicios equivalentes, por eso queremos contarte una serie de beneficios por los que seguro te pondrás el bañador y realizarás unos largos a la semana para encontrarte mucho mejor.
Es un ejercicio que puede practicar cualquiera a su ritmo: Puedes nadar rápido, despacio, perfeccionando la técnica o simplemente avanzando y manteniéndote a flote. Esto permite que cualquier persona no iniciada sin distinción de edad o condición física pueda aprovechar las grandes ventajas que tiene para el organismo sin correr el riesgo de tener lesiones, ya que la natación no afecta a las articulaciones como lo hacen otros ejercicios
Es rejuvenecedor: Al ser un ejercicio cardiovascular ayuda a mejorar la capacidad pulmonar y a la tonificación de los músculos, por lo que te sentirás más joven por fuera y por dentro.
Bueno para las lesiones: La natación es uno de los 3 ejercicios más recomendados por los médicos para recuperarse de dolores en la espalda y prevenirlos. Al fortalecer los músculos de la espalda previene las malas posturas. También es bueno para las articulaciones, ya que hacemos uso de los tendones y ligamentos en cada brazada. Además, a diferencia del correr, es un ejercicio de poco impacto porque no daña las articulaciones al quedar el cuerpo flotando.
Mejora tu respiración. Nadar es un ejercicio que fortalece los músculos que controlan la respiración, así que mejorará tu capacidad pulmonar y reducirás la presión sobre los pulmones, corazón y otros órganos.Si padeces de asma, la natación es un deporte muy adecuado.
Te ayuda a adelgazar. Las calorías que pierdas nadando dependen en gran medida de la velocidad, estilo de nado y peso. Por ejemplo, puedes quemar hasta 600 calorías a la hora si pesas 130 kilos. La natación es uno de los deportes más completos . Al contrario que cuando corres, nadando ejercitas también la parte superior del cuerpo y te ayuda a desarrollar masa muscular.
Ayuda a drenar los líquidos retenidos: En verano retenemos mucho líquido debido a una respuesta evolutiva del cuerpo frente a la mayor necesidad de agua. Con la natación se activa la circulación, por una lado debido al roce del agua fría en las piernas y por otro lado debido a la alternancia de contracciones y descontracciones musculares. Nadar es un remedio increíble para los que sufren de piernas cansadas.
Reduce el estrés. Hacer deporte es muy beneficioso para la mente, ya que después del ejercicio se liberan endorfinas, las hormonas del placer. Además liberar energía en el ejercicio reduce el estrés, ya que durante ese tiempo no piensas en nada más y es una buena forma de evadirte de los problemas. Concretamente los estudios dicen que mejora el humor.
Como todas las buenas costumbres, lo difícil es comenzar, pero la voluntad en las primeras semanas hará que adquieras el hábito. Con unos minutos diarios de esfuerzo conseguirás sentirte más feliz y, además, a medio plazo verás como tu cuerpo está más tonificado y esbelto.